El oxígeno es parte de la lista de medicamentos esenciales, más aún en este contexto de pandemia causada por el COVID-19, sin embargo no se distribuye ampliamente en los países en vía de desarrollo. Las razones del acceso escaso al oxígeno suelen ser el costo y la falta de infraestructura para instalar y mantener un suministro fiable, aún cuando haya suministro de oxígeno en los establecimientos de salud, el acceso de los pacientes a este puede verse restringido por la falta de accesorios, un suministro eléctrico inadecuado o la escasez de personal calificado.
Un concentrador de oxígeno es un aparato médico que extrae aire del medio ambiente y lo hace pasar por tamices moleculares para obtener el oxígeno con concentraciones terapéuticas de hasta 95.5%, el cual circula a través de la aperturas de unas válvulas con dirección a un depósito donde se almacena, desde el cual se puede usar un flujómetro para la liberación dosificada y continua de oxígeno al paciente con un gasto de tasa de flujo especificada. La mayor parte de los aparatos estacionarios pesan menos de 27 kg y poseen ruedas, de manera que el usuario puede moverlos con facilidad. Son dispositivos autónomos que proporcionan una corriente económica y continua de oxígeno a razón de hasta 10 l/min, la cual se puede modular por medio del flujómetro, según la cantidad que se requiera administrar.
Los concentradores de oxígeno constituyen una fuente sostenible y costo eficaz para los establecimientos médicos dotados de un buen suministro eléctrico, también puede ser de uso doméstico con la supervición médica respectiva El concentrador de oxígeno debe usarse junto con un oxímetro de pulso para detectar a los pacientes hipoxémicos producto de la infección causada por el COVID-19 o cualquier otra enfermedad respiratoria, además de monitorizar la oxigenoterapia con el fin de fomentar el uso eficaz y seguro del oxígeno.
La oxigenoterapia para tratar la hipoxemia consiste en la administración de oxígeno concentrado al paciente para mejorar y estabilizar la saturación de oxígeno en la sangre. Conocer las indicaciones y los usos clínicos del oxígeno reviste una enorme importancia. Las directrices para la administración segura de oxígeno difieren entre las distintas aplicaciones; el flujo y la concentración que se administran varían según la edad y situación del enfermo. El concentrador de oxígeno se usa generalmente en pacientes con hipoxemia leve o moderada.
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